Vacaciones

Aunque no salí de la ciudad me la pasé descansando, lo más interesante que hice fue darme un atascón de mariscos, ir al circo de los “Hermanos Gaona”, ver mucha tele, comer más y dormir todas las horas que quise, lo cual es un lujo para mí teniendo en cuenta que todo el tiempo estoy con Yamile y que ya entró a los terribles dos años. Como dato curioso y ya sé que nadie quiere saberlo jaja… El malabarista estaba… mmm… guapo el chamaco, importado desde Venezuela, y bueno, todas las ñoras se le quedaban viendo a esos diminutos pantaloncillos pegados que tenía puestos, sin mencionar que de plano le hicieron su propio show en el que baila alguna canción de reguetón, pero de esas sensualonas, con eso prueba que el niño tiene pegue aquí y en todos los lugares que se presente el circo. (Un aplauso para la variedad, y la neta si regreso el próximo año).

En cuanto a los mariscos, de verdad que comí de todo, pulpo, camarones, arroz a la tumbada… y seguro ya tengo unos kilillos de más, juró que hasta parecía navidad en vez de semana santa. Pero juro que en cuanto se acaben las vacaciones y Yamile regrese a la guardería me pongo a correr como es mi costumbre.

Y algo feo había de pasarme, alguien se robo mi Ipod y estoy triste de solo pensarlo. La verdad es que dudo poder comprarme otro pronto y cuando vaya a correr o salga en el auto no voy a tener mi música que tanto amo.

Pero hay un Dios…y quien se lo haya robado su castigo ha de tener. Bueno pues un beso y un abrazo.

Ingrid Ethel